"Es que no la conocéis, aunque la veáis pasar enamorando aceras
con ese moño de fotógrafa italiana que talla cada luz en su retina
y te la devuelve mejorada.
Es que no podéis saber cuántos brindis le caben en el cuerpo
ni ella sabe cuántas lagrimas le quedan, y por eso las regala.
Os conformáis con atisbar de reojo la amenaza par de sus pezones
o medir el largo interminable de sus piernas,
cuando lo que importa son sus pasos y hacia donde la llevan.
Es que no tenéis ni puta idea del poder que se siente
cuando me abraza dormida y se sabe en casa,
de la angustia acristalada cuando se queda pero se marcha,
de la caliente felicidad con que regresa, a derretir escarchas.
Es que no la habéis visto leer el diario e indignarse,
empañar con canciones tristes sus opacos ventanales,
o usar las gafas de sol cuando anochece,
para proteger de su mirada a los mortales.
Es que en su cuello podrían tatuarse, en espiral,
los poemas que explican mi verdad,
Y en su nuca caben, en tres signos tipográficos,
todas las palabras que jamás he pronunciado.
Es que cuando la maquina del mundo se detiene
y todo me sabe a error por repetir,
ella funciona.
Cuando me caigo en la trinchera que llevo años cavando,
ella sonríe y me levanta.
Cuando teme que el futuro pueda quedarle grande,
me llama y le hacemos un corte de mangas
y un tajo que va del ayer a su cadera,
que es donde empieza y termina la mañana.
Y aunque la hayáis tenido, espléndida y desnuda,
con ese galopar de felino desbocado,
si no os cambió la vida su manera de entregarse,
es que mirabais hacia el lado equivocado.
Es que no la conocéis.
Es que por suerte, no acabo de aprenderla
ni la quiero descifrar.
Es que nunca sabré con cuál de ellas me acuesto
y con cuál me levanto,
pero disfruto tanto
de esta poligamia singular.
Es que no quiere hacerle daño a nadie
aunque la simplifiquen o lastimen.
Es que parece tan frágil y está hecha de acero inolvidable.
Se cree tímida, pero no sabe ni quiere estarse quieta.
Es que teme ser libre, pero no admite ataduras.
Salvo algunas noches,
cuando su espalda vuelve a ser montura
y me ofrece el animal mas bello del planeta.
Es que no podéis saber.
Es que no tenéis ni puta idea.
.
Como decía mi amigo Escandar Algeet,
hablando de otra musa,
entiendo que perdáis el culo por su culo,
o por su manera de ser como ella es,
sin condiciones.
Entiendo que queráis quererla.
Pero yo la quiero
por muchas más razones."
miércoles, 28 de agosto de 2013
martes, 13 de agosto de 2013
Como se descubren los diamantes
Eres
un misterio que se dobla y se abre sin malicia
cuando creía que ya nada podría asombrarme.
Una pena envuelta de deseos que desvisten una risa.
Dos ojos que, ya lo he dicho, se empeñan en delatarte.
Todo lo que no sabré de ti aunque me lo digas.
Un susurro combustible que incendia
cada uno de mis miembros.
Un volcán que nunca estuvo apagado
y se enciende con caricias.
Eres
la dulzura recóndita de todo lo salado,
la vergüenza genuina convertida en descaro,
esta durísima ternura entre mis piernas,
la jodida distancia en que te tengo y te extraño.
Eres
el miedo más valiente,
la pregunta del mañana,
el futuro en la maleta,
el poema de tus ganas.
Eres
la voracidad de tus labios,
la avidez de tus manos,
el hambre de tu coño,
mi urgencia por alimentarlos.
Eres
orgasmos telefónicos encadenados
entre tu cama prestada
y la puerta de un Mc Donalds que,
por suerte o por justicia, a mediodía seguía cerrado.
Eres
las palabras que sin darte cuenta vas derramando.
La complicidad con o sin ropa que forjamos.
Tu pudor que, cuando te acuerdas de buscarlo,
siempre lo encuentras mojado.
En realidad
todavía no sé quien eres,
pero cuando vuelvas a casa,
piel con piel,
mente con mente,
desde fuera
y excavando en ti,
profundamente,
como se descubren los diamantes,
voy a intentar averiguarlo.
un misterio que se dobla y se abre sin malicia
cuando creía que ya nada podría asombrarme.
Una pena envuelta de deseos que desvisten una risa.
Dos ojos que, ya lo he dicho, se empeñan en delatarte.
Todo lo que no sabré de ti aunque me lo digas.
Un susurro combustible que incendia
cada uno de mis miembros.
Un volcán que nunca estuvo apagado
y se enciende con caricias.
Eres
la dulzura recóndita de todo lo salado,
la vergüenza genuina convertida en descaro,
esta durísima ternura entre mis piernas,
la jodida distancia en que te tengo y te extraño.
Eres
el miedo más valiente,
la pregunta del mañana,
el futuro en la maleta,
el poema de tus ganas.
Eres
la voracidad de tus labios,
la avidez de tus manos,
el hambre de tu coño,
mi urgencia por alimentarlos.
Eres
orgasmos telefónicos encadenados
entre tu cama prestada
y la puerta de un Mc Donalds que,
por suerte o por justicia, a mediodía seguía cerrado.
Eres
las palabras que sin darte cuenta vas derramando.
La complicidad con o sin ropa que forjamos.
Tu pudor que, cuando te acuerdas de buscarlo,
siempre lo encuentras mojado.
En realidad
todavía no sé quien eres,
pero cuando vuelvas a casa,
piel con piel,
mente con mente,
desde fuera
y excavando en ti,
profundamente,
como se descubren los diamantes,
voy a intentar averiguarlo.
sábado, 20 de julio de 2013
Para empezar diré que es el finalno es un final feliz...tan solo es un final
pero parece ser que ya no hay vuelta atrás
He sido tan idiota
por donarte cada esquina de mi cuerpo
por llevarte a conocer sus recovecos
por hacerte un mapa señalando donde herir
Tan idiota que ahora siento miedo
miedo de quererte sin quererlo
de encontrarte de repente
de no verte nunca más.
domingo, 23 de junio de 2013
Queriendo olvidar pero sin parar de recordar
Querida Gin-tonic:
Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte, aunque sea tarde. Describir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar, que no vas a recibir nunca, que como tú me enseñaste en cuanto acabe de escribirla la quemaré, mis sentimientos se pondrán a arder, y así el dolor, ¿cómo era?, ¿cómo decías tú?. Ah ya, así el dolor no se te queda tan dentro. Esta vez solo quiero ser claro. Sería un imbécil si no gritara que me he equivocado, contigo, que la he cagado pero bien, desde el principio. Que he intentado avanzar sin apartar antes las cosas que me lo impedían, agarrado al pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar. Qué locura, Gin. Empeñado en quedarme ahí, en medio de un lado y el otro, sin perdonar, sin perdonarme, sin avanzar. ¿Dónde está ese reto del futuro, Gin?. Puede que esté en fijarse bien y en avanzar. Mirar más cerca, más, tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro. Claro. Hay cosas que pasaron antes, mucho antes. No quiero esperar milagros, solo que las cosas pasen. O no. Si. No. Si. No. Si. No. Yo ahora lo tendría claro, pero ahora ya no depende de mi sino de ti. Te quiero.
lunes, 17 de junio de 2013
tvaemdmtqmb
¿Sabes de esos momentos que llevas esperando mucho tiempo pero que nunca acaban de suceder?
Bien...pues cuando por fin llegan ¿qué se supone que tienes que hacer?
Yo acostumbrada a marcharme con cualquiera pero volver siempre contigo...
Tu siempre tan difícil y a la vez tan susceptible conmigo...
Ambos tan lejos y siempre tan cerca...
Tus "te echaré de menos cada día" se repiten en mi cabeza
No sé que haces conmigo,
pero tengo claro que cada día lo haces mejor.
Para siempre es mucho tiempo
una noche es poco rato.
"TE ECHARÉ DE MENOS"
"NOS VEMOS PRONTO".
Bien...pues cuando por fin llegan ¿qué se supone que tienes que hacer?
Yo acostumbrada a marcharme con cualquiera pero volver siempre contigo...
Tu siempre tan difícil y a la vez tan susceptible conmigo...
Ambos tan lejos y siempre tan cerca...
Tus "te echaré de menos cada día" se repiten en mi cabeza
No sé que haces conmigo,
pero tengo claro que cada día lo haces mejor.
Para siempre es mucho tiempo
una noche es poco rato.
"TE ECHARÉ DE MENOS"
"NOS VEMOS PRONTO".
domingo, 16 de junio de 2013
.
Así,
en ti me quedo,
paseo largamente tus piernas y tus brazos,
asciendo hasta tu boca, me asomo
al borde de tus ojos,
doy la vuelta a tu cuello,
desciendo por tu espalda,
cambio de ruta para recorrer tus caderas,
vuelvo a empezar de nuevo,
descansando en tu costado,
miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
y si cierras los ojos cierro también los míos,
y me duermo a tu sombra como si siempre fuera
verano,
amor,
pensando vagamente
en el mundo inquietante
que se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa.
en ti me quedo,
paseo largamente tus piernas y tus brazos,
asciendo hasta tu boca, me asomo
al borde de tus ojos,
doy la vuelta a tu cuello,
desciendo por tu espalda,
cambio de ruta para recorrer tus caderas,
vuelvo a empezar de nuevo,
descansando en tu costado,
miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
y si cierras los ojos cierro también los míos,
y me duermo a tu sombra como si siempre fuera
verano,
amor,
pensando vagamente
en el mundo inquietante
que se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa.
Carta sin despedi
A veces,
mi egoísmo
me llena de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin
remedio,
mi querido
hermano y parigual en la
desgracia.
A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces
a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible
y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme
cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo
nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil
primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como
sigues
siendo,
como serás ya siempre,
mientras te ame.
mi egoísmo
me llena de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin
remedio,
mi querido
hermano y parigual en la
desgracia.
A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces
a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible
y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme
cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo
nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil
primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como
sigues
siendo,
como serás ya siempre,
mientras te ame.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)